lunes, 15 de octubre de 2012

Paso a paso: Macarons (Oh la lá!)

a las lunes, octubre 15, 2012
Buenos días!

Os os enseño a hacer el postre francés de moda, los Macarons. ¿Los conocéis?

Son unos pastelitos de tamaño de bocado de colores. Se componen de dos bases con una crema en medio, tipo "sandwich". Dado que el ingrediente principal para las bases es la harina de almendra o la almendra molida, ese es el sabor principal aunque hay mil variantes y combinaciones riquísimas.






La verdad es que son complicadillos de hacer. He visto recetas imposibles midiendo temperaturas, tiempo de elaboración... He probado un par de ellas y he de decir que aún no me convencen del todo. Aunque de sabor están buenísimos, no siempre me han salido "bonitos" y consistentes.

La receta que os voy a poner no es difícil de hacer, pero como os digo no me convence del todo porque no obtengo un resultado perfecto siempre que la hago. ¡A pesar de ello os animo a probarla!


Receta de Macarons Básicos


Ingredientes

  • 200 g de azúcar glass
  • 100 g de almendras molidas
  • 3 claras de huevo (yo usé tamaño M)
  • una pizca de sal
  • 40 g de azúcar


La almendra que yo utilizo la compro en el Makro y es ésta:



Ponemos el azúcar glass y la almendra molida en una batidora de vaso o un robot de cocina y lo mezclamos bien.


Lo tamizamos y lo apartamos en un bol.



Nos quedará algo así:



En otro bol ponemos las claras de huevo y la sal. Lo batimos a velocidad alta con una batidora eléctrica de varillas (es importante, si no, no conseguiremos la textura que necesitamos).


Batimos hasta que tengamos algo así:



Ahora añadimos el azúcar. Lo añadimos cucharada a cucharada, batiendo a velocidad media para que se integren completamente.


Tenemos que batir hasta que obtengamos una mezcla compacta, blanca y brillante. Un truco: si damos la vuelta al bol, no tiene que caer. Obtener esta textura es importante para que luego tengamos la textura adecuada y se formen bien en el horno.

Para que os hagáis una idea de la textura, he preparado estas imágenes:


Ésta es la textura que tenemos que obtener:




Ahora añadimos con una cuchara la mezcla de azúcar glass y almendra que hemos tamizado antes.




Lo mezclamos con la misma cuchara hasta que tengamos una masa homogénea.



Tenemos que obtener una masa no demasiado sólida, pero tampoco demasiado líquida para que no se desparrame sobre los moldes (o el papel de horno si no utilizamos moldes).

Para que os hagáis una idea, algo así:



Como véis, al cabo de unos segundos se disuelve y no deja "picos".

Para darles un poco de sabor, repartí la masa en tres partes. A una de ellas añadí Nesquic de Fresa que encontré el otro día en un supermercado y a otra de ellas le añadí una cucharada de cacao en polvo.


Además, a los de fresa le añadí un poco de colorante Electric Pink de Americolor que compré aquí. Esto fue lo que obtuve:


Ahora toca meterlo en mangas pasteleras y hacer la forma de los macarons. Esta vez estrené un molde que compré el otro día en la tienda Casa. Reconozco que el molde es mucho más cómodo, pero si no tenéis podéis utilizar papel de horno haciendo círculos pequeños con una manga pastelera. Tened cuidado con la cantidad que echáis porque una vez en el papel, la masa se extiende como el doble de la cantidad que hemos dejado. En ambos casos hay que utilizar una boquilla lisa (como la 1A de Wilton) y poner la manga en perpendicular a la superficie para que el circulo se forme lo más redondo posible.

Este es el molde que me he comprado (me costó 9.90 euros). Caben 28 bases de Macarons, y como necesitamos dos para cada uno, obtendremos 14 Macarons.


Lo echamos poco a poco con la manga pastelera.


Para que veáis la textura que deben tener cuando los echamos:



Se nos pueden formar burbujas, como me pasó aquí:



Para quitarlas, damos unos golpes secos con la bandeja encima de la mesa o las explotamos con un palillo.

Ahora tenemos que dejarlos secar una hora hasta que se forme una cáscara seca, de forma que si pasamos el dedo sobre ellos la masa no se nos quede pegada.

No se aprecia mucho, pero éste es el aspecto que tenían los míos en este punto:


Precalentamos el horno a 170º y los horneamos durante 10 minutos. Cuidado con el tiempo, porque ya sabéis que cada horno es un mundo y puede ser que necesitamos menos tiempo (o más). Si veis que empiezan a cambiar de color es momento de sacarlos, porque si no se nos quemarán.

Tengo que decir que el resultado que obtuve esta vez no es el adecuado. La superficie se quebró en la mayoría de ellos y en otro no se formó del todo la concha rugosa de debajo.


Los de chocolate sí que tenían mejor aspecto:


También he de decir que se pegaron demasiado al molde. La próxima vez probaré a utilizar un poco de spray antiadherente antes de echarlos.


Para el relleno tenemos infinidad de opciones. Como esta vez andaba justa de tiempo y de ingredientes (y era domingo y de puente, así que de ir al super na de ná), opté por una crema de mantequilla básica a base de mantequilla, azúcar glass y un poco de leche. Para rellenar los de chocolate, a una parte de la crema le añadí cacao en polvo. La receta es la misma que la de los cupcakes, y podéis encontrarla aquí.

Metemos la crema en una manga pastelera (no nos hace falta boquilla esta vez) y vamos poniendo la crema sobre una tapa y cerramos el Macaron con otra.

Y aquí el resultado final:





Y ésta foto es de unos macarons que hice el mes pasado, para que veáis que a veces salen mejor que otras:



La receta la he cogido de un libro que me regaló mi chico la Navidad pasada, éste de aquí:



Tiene mil ideas y recetas de cremas, macarons de sabores, presentaciones, combinaciones... Totalmente recomendable, y no es demasiado caro (unos 10 euros).

Otro día os enseñaré más sabores y recetas, ¡espero que os hayan gustado y os animéis a probarlos!


Os dejo el documento para descargaros la receta aquí.


2 comentarios:

Donosti dijo...

Como siempre,clarito explicado,me animare ha hacer con esta receta,porque los hice el otro dia y no me salieron bien.Y el plato donde los tienes !que bonito...¡

Azusa dijo...

Parezco una gruñona, pero siempre que los pruebo, no me gustan mucho. Me llaman un montón la atención y las pocas veces que he estado en París, siempre he terminado comprándolos, pero luego, me los como y no me gustan mucho, no sé, me recuerdan un poco al sabor del mazapán y el mazapán no me gusta. Será por eso.

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